martes, 29 de noviembre de 2011

En busca del equilibrio (perdido).


Como dije en la entrada anterior, este mes de noviembre no está siendo precisamente fácil para mi. Aunque debo reconocer que la cosa viene de mucho antes. En realidad todo este año está siendo bastante duro y difícil para mi. Claro que también debo reconocer que yo tampoco lo he afrontado de la mejor manera posible.
Estaba demasiado acostumbrada a que todo me fuera "viento en popa a toda vela", que cuando el viento a virado de rumbo, en lugar de apretar los dientes y seguir avanzando "contra viento y marea" he tomado una actitud más bien victimista y pusilánime... Y eso ha sido nefasto, no sólo para mi, sino también para los que me quieren. Sé que odian verme así y que se preocupan por mi cuando esto pasa.
Ellos pueden tener sus propios problemas o penas, pero lo dejan todo por animarme. Y lo peor de todo es que cuando estás así ni siquiera lo valoras.
Eso es muy injusto y egoísta. Por suerte, he reflexionado mucho sobre ello. Y he tomado una decisión y he hecho una promesa, que quiero sea inquebrantable. He prometido ser más equilibrada y controlar mis estados de ánimo, que tantos altibajos presentan.
No está siendo fácil, siempre he sido tremendamente inestable emocionalmente. Pero lo mucho que quiero y que me importa la persona a la que le hice esa promesa me hace mantenerme en mi decisión. Y cada día veo algún pequeño progreso.
Cada noche, cuando llego a casa después de un duro día de trabajo, me doy una ducha relajante, quemo un incienso tibetano, que calma mis sentidos. Y pongo alguna melodía agradable y tranquila. Como la que voy a dejaros en esta entrada. Y funciona, estoy aprendiendo a no preocuparme por lo que en realidad no depende de mi. Y también a confiar más, no sólo en mí misma, sino también en los que me quieren. Ahora, en lugar de centrarme en lo malo que me ha pasado en este año, pienso en todo lo bueno que ha ocurrido y que el hecho de centrarme sólo en lo negativo no me ha dejado valorar. Y miro con esperanza el año que pronto empezará.


2 comentarios:

  1. Ruyard Kipling:

    Si

    Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila,
    cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
    Si tienes en ti mismo una fe que te niegan
    y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.
    Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.
    Si engañado, no engañas.
    Si no buscas más odio, que el odio que te tengan.
    Si eres bueno, y no finges ser mejor de lo que eres.
    Si al hablar no exageras, lo que sabes y quieres.

    Si sueñas y los sueños no te hacen su esclavo.
    Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
    Si alcanzas el Triunfo ó llega tu Derrota,
    y a los dos impostores les tratas de igual forma.
    Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
    a pesar del sofisma del Orbe encanallado.
    Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
    aunque esta obra sea la de toda tu vida.

    Si arriesgas de un golpe y lleno de alegría,
    tus ganancias de siempre a la suerte de un día,
    y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
    sin decir nada a nadie lo que eres, ni lo que eras.
    Si logras que los nervios y el corazón te asistan,
    aún después de su fuga, en tu cuerpo en fatiga,
    y se agarren contigo, cuando no quede nada,
    porque tú lo deseas, lo quieres y mandas.

    Si hablas con el pueblo, y guardas la virtud.
    Si marchas junto a Reyes, con tu paso y tu luz.
    Si nadie que te hiera, llega a hacerte la herida.
    Si todos te reclaman, y ninguno te precisa.
    Si llenas el minuto inolvidable y cierto,
    de sesenta segundos, que te llevan al cielo.
    Todo lo de esta Tierra será de tu dominio,
    Y mucho más aún ...
    ¡ Serás un Hombre, hijo mío !
    Translation attributed to Río Gallegos, June 2003, at amicus.udesa.edu.ar.

    ¡Felicidades Jengibre! ¡Tu nuevo y buen camino ha comenzado!

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  2. Hola Preste Juan.

    ¡¡¡¡Gracias por este precioso poema de Kipling!!! ¿puedo publicarlo en el otro blog? Creo que es maravilloso y puede ser una gran inspiración y motivación para todo aquel que se sienta perdido...

    Dicen que todo camino empieza con el primer paso, y eso es lo que he hecho. Sé que no será fácil, es complicado cambiar los viejos hábitos y rutinas, pero el esfuerzo vale la pena. Lo bueno, que sé que no estoy sola... y caminar bien acompañada es lo mejor que te puede pasar... el camino se hace más liviano...

    Gracias y besitos de jengibre.

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