Lunes de Pasqua: Monas y cumpleaños...

Lunes de pascua, más conocido tradicionalmente en Cataluña como el día de la mona, día festivo con una de las tradiciones más dulces: la mona de chocolate.

En la mona tradicional no pueden faltar los siguientes elementos: Sobre la base de un pastel, que puede ser cualquiera que nos guste, se situa la figurita o huevo de chocolate y los elementos más importantes, las plumas de colores y los pollitos. Luego pueden añadirse (opcionalmente) algunas figuritas de juguete, los favoritos del niño al que vaya destinada la mona.

Luego hay las monas fantasía, esas con las que cada pastelería adorna sus escaparates estos días. Casitas, castillos, escudos del equipo de fútbol de la ciudad, las figuras de los dibujos de moda e incluso figuras a tamaño real de algún ídolo local.

También hay sitio para un clásico de los videojuegos de antaño... ¡¡¡el comecocos!!!

Como veis, toda una dulce tradición y tentación...

Pero si algo hace especial este día para mí, es porque hoy, 25 de abril celebro mi "segundo" cumpleaños. Sí, ya se que las personas solemos tener sólo un cumpleaños, el día que conmemoramos nuestro nacimiento. Así que os preguntaréis como puedo tener un segundo cumpleaños... Supongo que se podría decir que el 25 de abril de 2003 volví a nacer de nuevo. Así que esa fecha se me ha quedado grabada. Y me encanta celebrarla como debe ser, con velita y pastel. Además este año cumplo 8 añitos. El 8 es un número muy especial, el número infinito, sin principio ni fin. Un año que espero sea tan fructífero como lo ha sido el que acabo de dejar. No fue un año fácil, pero las cosas buenas nunca son fáciles. He descubierto que es la lucha diaria lo que nos mantiene vivos. Lo que te enseña a valorar las cosas que consigues con tu esfuerzo. A ver lo muy afortunada que soy, no solo por estar en el "partido" cuando todo estaba en mi contra, sino por toda la gente que me rodea. Que me quiere y me cuida. Porque su amor es lo más importante en mi vida, lo único que echaré de menos cuando llegue el momento. Aunque en realidad eso es lo único que ni en ese momento nos abandona. Lo único que podemos llevarnos de este mundo es todo el amor que hayamos recibido.