Ni esclavas ni sumisas.

Hace unos días esto me llegó vía Facebook. Y la verdad es que no puedo estar más de acuerdo con todos y cada uno de esos "mandamientos".
Creo que cada uno de esos diez puntos deberían ser ya algo normal y cotidiano. Pero desgraciadamente no es así.
No me considero feminista porque no creo que ni en el feminismo ni en el machismo. Sólo creo en la igualdad y el respeto mutuo.
No se trata de ir contra nadie. Pero tampoco de dejar que nadie te menosprecie sólo por el hecho de ser mujer.
Nos corresponde a nosotras el luchar por cambiar la situación. No aceptando ni educando a nuestras hijas en roles establecidos. Ni a nuestros hijos tampoco. Nosotras tenemos el poder de cambiar la situación en nuestras manos. Educando a las nuevas generaciones en la igualdad y el respeto. Enseñandoles a hacerse valer y respetar. Favorecer la autoestima. Hacerlas sentir únicas y completas, sin necesidad de tener un hombre a su lado. Enseñarles que son las únicas dueñas de su vida y su destino y que el matrimonio y la maternidad no es el único fin de su existencia.