domingo, 30 de enero de 2011
Love.
Cuando creé este pequeño mundo, no esperaba pasar tanto tiempo alejada de él. Pretendía llenarlo de mil cosas, pero no de distancia ni soledad. Pero me temo que el mundo real ha sido demasiado absorbente en estos meses pasado y me ha retenido alejada de mi mundo virtual. Pero aquí estoy de nuevo. Dispuesta a cumplir, esta vez sí, lo que en su día me propuse. Crear un mundo paralelo a Los cuentos del hada Jengibre. Un mundo muy particular (como el patio de mi casa XD)
Y como se acerca el día de San Valentín y, como cantarían los Wet wet wet, el amor está en el aire, creo que no hay manera mejor que empezar llenando de amor esta bitácora. Porque si algo necesita este mundo (el virtual y también el real) es de más amor. Así que os dejo una escena de la película Love actually. Quizás sea la escena más famosa y seguramente imitada por muchas parejas. Y con la versión de Love is all you need de Lynden David Hall, para mí la mejor versión que he escuchado nunca (superior a la original de los Beatles).
Mi granito de amor al mundo.
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Ya están a punto de comenzar a dispararse todos esos dardos amorosos de estas fiestas...
ResponderEliminarCon respecto a los blogs yo estoy por inuficarlos, porque al final no los atiendo como me gustaría y creo que el este año internacionald e los bosques me va a ayudar.
Besos y buen domingo.
Hola Canoso.
ResponderEliminarCreo que Cupido trabaja todo el año. Tengo una curiosa teoría sobre él... el día de San Valentín la publicaré... Lo que quiero decir es que todos los días debería celebrarse el amor. No me gusta que todo se tome por el lado comercial. Por eso me gusta esa costumbre anglosajona de enviar tarjetas el día de San Valentín. No necesito más. No me gustan las joyas, no entiendo como algo tan frío y duro como un diamante puede ser símbolo del amor eterno. Prefiero el calor de una caricia, la dulzura de un beso. Soy así de rara...
Besitos de jengibre.
Bendita rareza...
ResponderEliminarBesos